sábado, 29 de mayo de 2010

Cuando te pierdes hay 2 opciones: Encontrar la persona que eras...o dejarla por completo

Un año sin escribir... aunque quizas no tuviese nada que contar, o que lo que pasaba por mi cabeza no lo entendía ni yo.

Y si lo pienso, no me acabo de creer que ya haya pasado un año porque no he cambiado tanto. Yo decidí esperar. Y mi mundo ha seguido.

Al final es lo que pasa cuando algo que te marca mucho termina, que nos quedamos mirando y esperando que vuelva. Sonara a coña, pero es que el único símil que se me ocurre es como cuando sujeto en mi mano un trozo de pan bajo la atenta mirada de mi perra, haga lo que haga ella no la pierde de vista, recuerda lo bien que sabe, cuanto le gustaría repetir esa sensación, y no aparta su mirada por si un mísero trozo de ese pan se acerca a su boca. Da igual lo que ocurra en el resto de la ciudad, que otro perro le incite, que suene un ruido brusco repentinamente...ella sabe lo que quiere, porque recuerda que le hace feliz y el resto no importa.

Es hora de despertar. Dejar de mirar el pasado, porque ya se ha ido. Y de no preocuparme por el futuro, porque aún no ha llegado. Vivir el presente y hacerlo tan bonito que merezca la pena recordarlo, incluso si no lo pongo por escrito...